06 enero 2006

Algo en la cabeza...

Una de las cosas más difíciles de transmitir es que el conocimiento es una experiencia extraordinaria que no se limita a ningún uso concreto y que nos ayuda a vivir con más intensidad. No se puede cuantificar con facilidad, es algo que tiene que ver con la mirada sobre las cosas. Como la elegancia. Igual que la forma en que miramos a nuestros hijos: es totalmente distinta a nada de lo que hemos mirado nunca antes. Ya no "ves" niños, sino que "miras" a tus hijos. Nos llenan de preguntas y del deseo de ahondar en su respuestas. Queremos saber más.

Dice Jose Antonio Marina que la inteligencia es tal si es creadora. Si una vez resueltos los problemas para los que tiene respuesta, es capaz de proponerse metas más altas, nuevos terrenos de juego y nuevas formas. En definitiva, si es capaz de encontrar nuevas vías para alcanzar la felicidad. O al menos para disfrutar buscándola. La vida se vive mejor si se vive hacia adelante.

Las mujeres que poblaban la infancia del poeta Manuel Rivas andaban siempre con algo sobre la cabeza. Algunas portaban un haz de leña, otras una cesta de peces o un hatillo con ropa. Eran mujeres como las otras, pero éstas tenían algo más. Algo que servía para mejorar la vida. Para hacerla posible. Y aprovechaba esa imagen para describir el uso poético de las palabras. Palabras con algo sobre la cabeza. Son palabras como las demás, pero tienen algo más. Sentido simbólico. Palabras que nos recuerdan que hay más formas de mirar las mismas cosas.

Yo me he criado en Mollet y he vivido prácticamente siempre aquí. Hay algo que falta en nuestra ciudad. Falta sentir que la vida es algo más que llegar a final de mes. La impresión es que todos los días son iguales y que nunca pasa nada. Una perspectiva que es como muchas de sus aceras. Demasiado estrecha. Por el contrario, el descubrimiento del placer de saber se ha dicho que es como oír "la gran música". Y uno ya nunca vuelve a ser el mismo.

Me emociona nuestra escuela. Es una escuela donde los padres, que queremos saber más, somos invitados a contribuir en el avance de nuestros hijos por el camino que los ha de llevar a ser adultos inteligentes. Qué tiempos estos, en los que unos padres aprecian que se les deje participar en la educación de sus hijos. Como si no fuera ésa la tarea que nos dota de identidad en tanto que padres. Somos padres porque educamos a nuestros hijos, no sólo por haberles dado la vida.

Gracias por ayudarnos a construir en este lugar tan poco brillante del mundo una escuela distinta. Una que mira al mundo de otra forma. Una escuela igual a las otras, pero mejor.

Una escuela que porta algo en la cabeza.


Javier (P3)

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En primer lugar quiero felicitar a toda la comunidad educativa que hace posible la creación de una plataforma en la que se presenten cantidad de acciones encaminadas a mejorar la escuela como institución social; y a la familia como modelo de participación y de implicación en la educación de lo más importante: los hij@s.

En segundo lugar quiero presentarme, soy un maestro de E.Primaria que apuesto por una educación basada en la escucha, el respeto y el valor de hacer cosas "distintas" para mejorar como profesionales y como personas.
Os felicito por vuestras iniciativas, de vuestra cooperación y vuestras iniciativas para hacer de vuestros hijos no unos productos educativos como se pretenden en estos tiempos de competitividad e igualdad a nivel europeo (eso dicen ciertos políticos) sino que buscais resaltar las capacidades de los alumnos como potencioadores de creatividad, aprendizaje y respeto.
Estoy acabando estudios de Pedagogía y al conocer vuestro blog, me doy cuenta de que toda la teoría que puedo haber recibido se puede transformar en buenas acciones, con altos índices de realidad y coherencia.

Os animo a continuar así, construyendo unos cimientos sólidos para vuestros hijos-as, para vuestras familias y para vuestro entorno socio-cultural.
Atentamente Ricardo.

6:09 p. m.  

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